lunes, 17 de octubre de 2016

Capítulo 1

Nunca se me dio bien gestionar mis emociones. Me levanto por las mañanas y no sé si estoy triste, enfadada o tengo hambre.

No sé cómo me siento cuando alguien me da un beso. No sé si tengo ganas de llorar o si voy a vomitar. No sé si quiero estar con gente porque quiero estar con ellos o porque no quiero estar sola. No sé si no me gusta estar sola. A veces me siento sola aunque esté rodeada de gente.
Aunque sí sé cosas. Sé que me gusta estar en casa. Sé que me gusta estar fuera de casa durante menos de cinco horas seguidas. Sé que mi gata me quiere. Sé que siento más de lo que expreso, y que eso hace daño a la gente. Pero ellos no saben que no puedo expresar algo que no entiendo.

 ¿Estás bien? Rubén me abrazó por la espalda.

Estaba frío. El siempre estaba frío.

 ¿Te he despertado?
 No.

Acaricié su mano. Eran las cuatro y media de la mañana

 ¿Estás bien?
 No lo sé.

Tomé aire y besó mi espalda.

 ¿Llevas mucho tiempo despierta?
 Define mucho tiempo.
 ¿Desde cuándo estás despierta?
 Desde las tres. Creo.
 Crees…

Me giré, besé su cuello y él besó mi frente.

 Trata de dormir, mañana tenemos que madrugar.

Nos abrazamos y conseguí dormir unas horas más.


***


Los días de verano eran largos. Largos y calurosos. Me sobraba la ropa y me faltaban líquidos. Pasaba días y días en mi sofá duro y roído, jugando a juegos raros que encontraba en foros, leyendo libros viejos y acariciando a Kaly, quien tenía una fascinación por las ventanas.
Adopté a Kaly hace cinco años. Cuando la vi por primera vez era una bolita blanca y negra con enormes ojos oliva que apenas podía maullar. A medida que fue creciendo sus manchas se volvieron marrones atigradas. Era mi única compañera de piso y la niña de mis ojos. Sé que la quiero. Y sé que ella me quiere más que a nada en el mundo.


***


El verano acabó. Podía ducharme con agua caliente y me gustaba. Rubén comenzó a trabajar y yo seguí con mis estudios. Gracias a ciertos contactos conseguí un trabajo como camarera en una especie de cafetería-escuela de dibujo con un buen horario para poder sacar buenas marcas.


***


El otoño terminó tan pronto como empezó. Recuerdos difusos de rostros desaliñados y hojas muertas. Apuntes y café cortado. Cada vez había menos valientes por las calles procurando no resbalarse con el hielo.

Rubén cada vez pasaba menos por mi casa pero solíamos quedar los fines de semana, tomábamos cerveza y me llenaba de besos.

En clases siempre me sentaba delante a la izquierda y trataba de relacionármelo menos posible. Pero pese a mis esfuerzos,  Guillermo, un chico con el pelo rizado caoba y ojos brillantes, tímido pero alegre; comenzó a sentarse a mi lado y con comentarios banales y poco a poco, pasando apuntes y acompañándome en los descansos, le cogí cariño.

 Mañana mis amigos y yo vamos a ir a un concierto en el Teatro Principal. comenzó a exponerme mientras desenvolvía una hamburguesa. Son buena gente. Raritos. Como tú. Creo que os caeríais bien.

Podía ver el humo del café y el baho saliendo de nuestras bocas. Era Noviembre. La gente caminaba cubierta de tres, cuatro y hasta cinco capas de ropa. Parecían zombies, con sus miradas grises, arrastrando los pies, víctimas de una monotonía que les devoraba lentamente.

 ¿Estás tratando de hacer que socialice, Guille?

Pregunté sacando mi pitillera.

 No. Bueno… Tal vez.

Admiré cómo desencajaba su mandíbula para poder morder un pedazo de pan, lechuga pocha y restos de un cadáver bobino. Era algo majestuoso y grotesco.

 Sólo trato de abrirte un poco más mi mundo, nada más.
 Me abriste tu mundo en cuanto meneaste tu culo fino hasta mi pupitre y comenzaste ha hablarme de tu vida. La gente se asustó, ¿sabes? No habías abierto el pico hasta ese día.
¡Qué mentira! Hablé con los conserjes para pedir las fotocopias de Historia de la ilustración.

Reímos levemente y prendí el cigarrillo, hinché mis pulmones y exhalé el humo. Había comenzado a nevar.

 Fumar mata.
 La mierda que estás comiendo también.

Un pequeño anuncio/información/retomo el blog.

A partir de ahora colgaré capítulos de una nueva historia original mía llamada "El lamento de un gorrión cojo."

Tardaré como mucho en subir un capítulo al mes. Entre capítulo y capítulo colgaré pequeños textos como había hecho las últimas veces.

Esto se trata de un proyecto puramente personal, pero me gustaría que cualquiera que lo lea, por favor, comente qué le ha parecido. Estoy ansiosa de escuchar críticas siempre y cuando sean constructivas y se hable desde el respeto.

Gracias por dedicar tiempo a este pequeño blog y mis publicaciones.

Un gorrión en una jaula de cristal~

martes, 3 de mayo de 2016

Un fallo en nuestro código

La vi pasar y noté algo. No sabría decir el qué. Podría describirlo como una presión en el pecho, que oprimía el pecho e impedía el respirar. Algo que te dormía el cuerpo y te daba una paz inmensa, calor.
Era como si murieras por dentro, algo de ti se consumiera e hiciera sentirte ligera.

Podría decir que me fascinaba, me rompía los esquemas. Sentí la necesidad de despertar de un sueño inexistente.

Me miró una decena de segundo y algo se sacudió en mi interior. Vi en su mirada un fallo en su código; como me pasaba y me sigue pasando a mi.

El tiempo se detuvo y yo sólo podía admirarla. Sólo veía su pelo a cámara lenta, sus ojos brillando y sus labios entreabiertos.  Imaginé que sus cabellos eran llamas, que sus pecas eran ceniza.

viernes, 11 de marzo de 2016

Otro de mis bajones.

Siento estar así, pero se me ha venido el mundo encima.

No quiero que pienses que no quiero contarte lo que me pasa, pero ahora, en serio, no puedo.
La vida me parece demasiado resbaladiza como para que algo me salga bien. Y es que lo malo me parece triste y lo bueno me parece demasiado bonito como para que sea real.

Llámalo pesimismo. Yo lo llamo ser realista.
Y el que no arriesga, no gana. Pero yo arriesgo y pierdo.

El mundo es un lugar demasiado feo para que gente como tú y yo podamos ser felices. Y demasiado retorcido para que yo sea feliz con alguien y ese alguien sea feliz conmigo.

No quiero dar pena. No quiero que trates de animarme.Eso sólo otro de mis bajones.
Eso es todo.

Es difícil cagarla día a día y tratar de animar a les demás cuando te rompes por dentro.

Nunca voy a ser lo suficiente buene en nada como para destacar. Como para vivir. Como para nadar y no ahogarme. Ya que, ese es nuestro destino al fin y al cabo.

No quiero un abrazo. Quiero sus besos. Quiero mis dibujos. Quiero vivir. Quiero sentirme tan fuerte como os lo hago creer. Al menos lo suficiente como nadar otro par de largos... y volver a hundirme.